Llegaba a Elche con las ganas de completar mi segundo Half Ironman y sobre todo saber en que estado de forma estaba. La verdad es que ya puedo pensar en frió todo lo vivido en Arenales del Sol y hablar objetivamente de la prueba y de mi estado físico.
Esta vez me desplace por carretera un día antes con tiempo suficiente para ir a la zona de la prueba y dejar todo el material y ver un poco el ambiente.
La organización del registro de la prueba y la prueba en sí estuvo muy bien. Aspectos a mejorar como el tema de bolsas en transición para el material que no existían pero por lo demás muy bien.
Reunión express impartida por Ximo (organizador), que la verdad sea dicha, fue muy amena y no como la de Lanzarote 70.3 que casi me duermo con el abuelete.
La verdad es que me tome muy a risas las bromas de las escaleras, las dunas y las cuestas. Realmente no sabía lo que me esperaba al día siguiente.
Cena en Arenales y al hotel a descansar.
Llegó el día.
Son las 5 de la mañana y suena el despertador. Que agusto estaba durmiendo a pierna suelta, sin nervios aparentemente. Bajamos a desayunar y el salón esta lleno de triatletas metiendo energía al cuerpo. Aquí es donde yo tengo un pequeño problema. ¡¡¡A las 5:30 de la mañana que quieres que me meta!!! Así que pruebo con un zumo de naranja, dos tostadas con mantequilla y un café con leche. No entra más, me resulta imposible. En Lanzarote intentaré meter algo más por que sino voy a "morir".
Se palpan los nervios de la gente desayunando. Me encuentro con uno que sus familiares le preguntan si esta nervioso y contesta que no, todo esto sin parar de moverse de lado a lado de la cafetería. Menos mal, pienso.
Subo a la habitación para preparar los últimos detalles y marcharnos ya a Arenales. Paso por el ritual de todo triatleta y esta vez va mejor la cosa. Parece que el cuerpo asimila mejor los nervios y demuestra que ya no soy tan novato.
Salimos del hotel a las 6:45 apx y empieza a amanecer. Trayecto muy cortito hasta Arenales por carretera y en seguida estamos ya comprobando la bici.
Todo en orden, todo preparado y preparado para ir a la salida.
En ese momento se acerca un participante llamándome por mi nombre. No lo conozco, se presenta y me dice que ha leído este blog y me conoce por el. Que alegría saber que gente como yo me lee y se siente identificada y me apoya en esto. La verdad es que me hizo mucha ilusión que te acercaras Iñigo. Espero verte en alguna prueba más.
Hora de ponerse el neopreno y a la playa a probar el agua.
El agua esta fresquita, dicen que unos 16 grados, la verdad es que con el neopreno no lo noto salvo en los pies y la cara. Me meto un poco pero decido no mojarme mucho por que queda un rato para la salida y no quiero quedarme frió.
Hace viento pero el mar parece en calma. Tomo mi biodramina media hora antes y rezo por que todo vaya bien y no me maree. Es mi segunda natación en aguas abiertas y la primera no fue especialmente bien.
Nos vamos colocando en las casillas de salida. Primero saldrán los pro masculinos y femeninos, después las chicas y más tarde los no federados y algún grupo de edad. Esta es la mía, la del gorro amarillo. Mira que hay colores bonitos, me toca el mas feo y el de la mala suerte, joder.
Pistoletazo de salida con 15 minutos de retraso y los pro salen como locos.
La verdad es que es impresionante ver como en una prueba larga se pegan desde el principio por ganar la posición.
Salen las chicas y a continuación nos llaman para tomar posiciones. Como en las anteriores ocasiones, me situó el último del grupo. No quiero ni peleas ni agobios al principio.
La gente sale como loca, parece que no haya un mañana. Me lo tomo con tranquilidad y empiezo a nadar los primeros metros.
Todo parece que va bien al principio pero conforme vamos avanzando empieza a torcerse todo. El mar no esta tan calmado como parecía y empiezo a ponerme nervioso. Realmente me pongo mucho y empiezo a pensar en lo típico. - ¿Que hago yo aquí? ¿quien me manda pasar este sufrimiento? ¿En tres semanas estas en Lanzarote pero será el doble? ¿ahora como le dices a tus acompañantes que no vais a Lanzarote? -.
Todo esto pasa por mi cabeza mientras voy nadando. Subiendo la cabeza para ver donde estoy, mirando el reloj de reojo para saber lo que llevo recorrido. Mas malas sensaciones no podía tener.
Pero de repente me entra la sensatez y la calma. Consigo tranquilizarme y pensar solo en cosas positivas. Engañarme a mi mismo con que la natación es solo media hora y que el resto de la prueba es lo más bonito y entretenido. Así consigo nadar y avanzar adelantando a gente. Intento coger unos buenos pies pero acabo pasándolos siempre. También me llevo dos hostias de uno que no le importa golpearme en dos ocasiones. Lo siento pero esta vez me cabree y lo empujé. La verdad es que yo siempre rodeo a los demás pero a mi me han llegado a pasar por encima, literal.
Encaro la primera boya y comienzo el tramo paralelo a la playa. Puede que fuese el tramo más cómodo y voy nadando bien aunque la corriente parece que nos quiere meter mar adentro. No se la profundidad pero abajo no se ve nada mas que todo oscuro. Las gafas de espejo vuelven a funcionar a la perfección ya que pega de lleno el sol y no esta nada alto aun.
Llegamos a la segunda boya y ya solo nos queda la recta hacia la playa. Empiezo a pensar que esta ya hecho y que el oleaje tal vez no saque a la orilla. ¡ Iluso de mi !
Todo empieza a complicarse y las olas empiezan a cubrirnos. En ocasiones veo al de al lado bastante más debajo de mi y viceversa. La cara golpea con el agua al bajar de la ola y las cosas se complican más por que la corriente nos quiere sacar. Consigo llegar a la orilla y salir y noto como los hombros están mucho más cansados que otras ocasiones. No me he mareado, algo que me da una alegría enorme y sobre todo me sube la moral por las nubes de cara a Lanzarote.
Esta natación ha sido mucho más dura que en Mayo y ha ido todo "bien".
Salgo corriendo por la pasarela quitándome el neopreno sobre la marcha pero el reloj que llevo es un estorbo y me cuesta algo más de lo normal sacármelo todo. aspecto a mejorar de cara al Ironman, no por el tiempo que pierdes sino por la fuerza que tienes que hacer y los nervios que se te ponen.
Consigo sacarme todo y esta vez hago diferente la transición. Decidí nadar con el pantalón de la bici debajo del neopreno pero sin el maillot. Me cuesta más ponérmelo en la transición pero al menos me lo pongo seco y con el viento que hace no paso nada de frió. Para Lanzarote haré exactamente lo mismo.
Transición interminable ya que en el Garmin me marca que hemos hecho un kilómetro. No me gustó nada la verdad pero así tenía que ser.
Me monto en la bici y nada más salir tenemos como 500 metros de subida al 5% apx. Así calentamos pronto las piernas, pienso.
Subo cómodo y enseguida comenzamos el tramo de enlace al circuito de dos vueltas.
Empiezo a notar la fuerza del viento de poniente. Parece ser que me va las pruebas con aire. Lanzarote es un infierno de aire pero Elche no se queda atrás. Resulta que debe ser normal por la zona y eso yo no lo sabía.
Cierto es que a ratos nos molestara y en otros nos beneficiará. Llego al circuito y ya empieza a pegarnos de culo. Ahí empiezo a rodar a 40-45 km/h y me siento muy cómodo.Ya nos lo había avisado Ximo en la reunión, -Luego pegará de frente y no pasareis de 24 km/h- Que razón tenía.
Viento en contra y a luchar contra el. Esta parte se hace larga y mas si no sabes cuanto es lo que tienes que recorrer así o no tienes buenas referencias.
Llegamos a la parte alta y la verdad es que es una pequeña subida muy fácil. Llegó hasta arriba y vuelta con el aire a favor. Otra vez rodando con paso firme y descontar kilómetros.
Una vez terminadas las dos vueltas, tramo de enlace de nuevo y a empezar a pensar en la carrera a pie que dicen que es terrorífica.
Llego a la transición, 3h07 en la bicicleta. bajo muy contento y empiezo a correr muy ligero. Incluso por debajo de 5 minutos el kilómetro. Llego a la primera fase de dunas y me resulta super duro. He comido poco y empiezo a notarlo. Encaro el primer tramo de escaleras y lo subo corriendo. Seguidamente 400 metros al 11% y también lo hago sin caminar. - Que fuerte estoy - pienso.
Primera vuelta al recorrido, contento de mi tiempo y pienso que lograré bajarlo de 6 horas el tiempo final. Entonces el cuerpo empieza a fallar. Las dunas, las escaleras y las rampas empiezan a pasarme factura y empiezo a encontrarme vacio. Los avituallamientos no logran recuperarme y las naranjas y los plátanos no me hacen nada. Tampoco la coca cola que bebo una vez. Me doy cuenta que esto va a ser un sufrimiento duro y largo. Paso las dunas por segunda vez sin pararme pero el ritmo es muy lento. Llego a las escaleras y ya no tengo narices de subirlas corriendo sin parar y las acabo andando. Como yo, casi todo el mundo. Una vez arriba de las escaleras y la cuesta otro avituallamiento que uso para mojarme por que hace bastante calor. El viento a bajado su intensidad y hasta es agradable.
Termino la segunda vuelta y se que me quedan 5 kilómetros. Lo visualizo en la zona donde corro en mi ciudad e intento engañar a mi cabeza de que no es nada. Intento no pensar que me queda un último paso por las dunas que va a ser catastrófico. Empiezo a correr en algunos kilómetros a 6:30, 7 o incluso 8. Mi cabeza empieza a notar que mi cuerpo esta dando lo último que le queda y que ya no va haber nada de donde tirar. Sinceramente no se como pero paso las dunas y ya encaro el último kilómetro.
Por fin llego al paseo marítimo y el destino me tiene guardada una recompensa a todo mi esfuerzo. Para muchos será una tontería pero para mi no. Los últimos 500 metros los hago con la misma música de meta que en Lanzarote. Una coincidencia que hace que esos metros los haga sin arrastrar los pies y a un ritmo aceptable.
Cruzo la meta en 6 h 11 min. La verdad es que es un tiempo bueno para mi. He bajado en 17 minutos el tiempo de Lanzarote siendo más duro este. Si no existiesen las dunas, las escaleras y esa rampa al 11% se que mi tiempo hubiese estado en torno a las 5 h 45 min. Pero Arenales tiene eso. Algo que lo hace especial, aunque creo que no volverán a engañarme.
Estoy agotado, no me entero de nada en un buen rato hasta que me como un bocata de jamón. En mi cabeza esta solo presente el sufrimiento que he pasado y Lanzarote en tres semanas. Sinceramente, estoy algo acojonado. Voy a tomármelo con mucha calma, voy a comer bien esta vez y no hacer tonterías. Aunque no me entre, comeré más.
Lanzarote va a ser muy duro, se que voy a sufrir mucho, quizás demasiado y se que mi cabeza va a tener mucho que decir ahí.
También se que voy a tener un apoyo incondicional y los gritos de Carla, Laura y Mar que me van a animar hasta el último momento y solo por eso tengo que darlo todo y algo más.
Esta vez me desplace por carretera un día antes con tiempo suficiente para ir a la zona de la prueba y dejar todo el material y ver un poco el ambiente.
| Arenales del Sol. Playa preciosa. |
La organización del registro de la prueba y la prueba en sí estuvo muy bien. Aspectos a mejorar como el tema de bolsas en transición para el material que no existían pero por lo demás muy bien.
Reunión express impartida por Ximo (organizador), que la verdad sea dicha, fue muy amena y no como la de Lanzarote 70.3 que casi me duermo con el abuelete.
La verdad es que me tome muy a risas las bromas de las escaleras, las dunas y las cuestas. Realmente no sabía lo que me esperaba al día siguiente.
Cena en Arenales y al hotel a descansar.
Llegó el día.
Son las 5 de la mañana y suena el despertador. Que agusto estaba durmiendo a pierna suelta, sin nervios aparentemente. Bajamos a desayunar y el salón esta lleno de triatletas metiendo energía al cuerpo. Aquí es donde yo tengo un pequeño problema. ¡¡¡A las 5:30 de la mañana que quieres que me meta!!! Así que pruebo con un zumo de naranja, dos tostadas con mantequilla y un café con leche. No entra más, me resulta imposible. En Lanzarote intentaré meter algo más por que sino voy a "morir".
Se palpan los nervios de la gente desayunando. Me encuentro con uno que sus familiares le preguntan si esta nervioso y contesta que no, todo esto sin parar de moverse de lado a lado de la cafetería. Menos mal, pienso.
Subo a la habitación para preparar los últimos detalles y marcharnos ya a Arenales. Paso por el ritual de todo triatleta y esta vez va mejor la cosa. Parece que el cuerpo asimila mejor los nervios y demuestra que ya no soy tan novato.
Salimos del hotel a las 6:45 apx y empieza a amanecer. Trayecto muy cortito hasta Arenales por carretera y en seguida estamos ya comprobando la bici.
Todo en orden, todo preparado y preparado para ir a la salida.
En ese momento se acerca un participante llamándome por mi nombre. No lo conozco, se presenta y me dice que ha leído este blog y me conoce por el. Que alegría saber que gente como yo me lee y se siente identificada y me apoya en esto. La verdad es que me hizo mucha ilusión que te acercaras Iñigo. Espero verte en alguna prueba más.
Hora de ponerse el neopreno y a la playa a probar el agua.
El agua esta fresquita, dicen que unos 16 grados, la verdad es que con el neopreno no lo noto salvo en los pies y la cara. Me meto un poco pero decido no mojarme mucho por que queda un rato para la salida y no quiero quedarme frió.
Nos vamos colocando en las casillas de salida. Primero saldrán los pro masculinos y femeninos, después las chicas y más tarde los no federados y algún grupo de edad. Esta es la mía, la del gorro amarillo. Mira que hay colores bonitos, me toca el mas feo y el de la mala suerte, joder.
Pistoletazo de salida con 15 minutos de retraso y los pro salen como locos.
La verdad es que es impresionante ver como en una prueba larga se pegan desde el principio por ganar la posición.
Salen las chicas y a continuación nos llaman para tomar posiciones. Como en las anteriores ocasiones, me situó el último del grupo. No quiero ni peleas ni agobios al principio.
La gente sale como loca, parece que no haya un mañana. Me lo tomo con tranquilidad y empiezo a nadar los primeros metros.
Todo parece que va bien al principio pero conforme vamos avanzando empieza a torcerse todo. El mar no esta tan calmado como parecía y empiezo a ponerme nervioso. Realmente me pongo mucho y empiezo a pensar en lo típico. - ¿Que hago yo aquí? ¿quien me manda pasar este sufrimiento? ¿En tres semanas estas en Lanzarote pero será el doble? ¿ahora como le dices a tus acompañantes que no vais a Lanzarote? -.
Todo esto pasa por mi cabeza mientras voy nadando. Subiendo la cabeza para ver donde estoy, mirando el reloj de reojo para saber lo que llevo recorrido. Mas malas sensaciones no podía tener.
Pero de repente me entra la sensatez y la calma. Consigo tranquilizarme y pensar solo en cosas positivas. Engañarme a mi mismo con que la natación es solo media hora y que el resto de la prueba es lo más bonito y entretenido. Así consigo nadar y avanzar adelantando a gente. Intento coger unos buenos pies pero acabo pasándolos siempre. También me llevo dos hostias de uno que no le importa golpearme en dos ocasiones. Lo siento pero esta vez me cabree y lo empujé. La verdad es que yo siempre rodeo a los demás pero a mi me han llegado a pasar por encima, literal.
Encaro la primera boya y comienzo el tramo paralelo a la playa. Puede que fuese el tramo más cómodo y voy nadando bien aunque la corriente parece que nos quiere meter mar adentro. No se la profundidad pero abajo no se ve nada mas que todo oscuro. Las gafas de espejo vuelven a funcionar a la perfección ya que pega de lleno el sol y no esta nada alto aun.
Llegamos a la segunda boya y ya solo nos queda la recta hacia la playa. Empiezo a pensar que esta ya hecho y que el oleaje tal vez no saque a la orilla. ¡ Iluso de mi !
Todo empieza a complicarse y las olas empiezan a cubrirnos. En ocasiones veo al de al lado bastante más debajo de mi y viceversa. La cara golpea con el agua al bajar de la ola y las cosas se complican más por que la corriente nos quiere sacar. Consigo llegar a la orilla y salir y noto como los hombros están mucho más cansados que otras ocasiones. No me he mareado, algo que me da una alegría enorme y sobre todo me sube la moral por las nubes de cara a Lanzarote.
Esta natación ha sido mucho más dura que en Mayo y ha ido todo "bien".
Salgo corriendo por la pasarela quitándome el neopreno sobre la marcha pero el reloj que llevo es un estorbo y me cuesta algo más de lo normal sacármelo todo. aspecto a mejorar de cara al Ironman, no por el tiempo que pierdes sino por la fuerza que tienes que hacer y los nervios que se te ponen.
Transición interminable ya que en el Garmin me marca que hemos hecho un kilómetro. No me gustó nada la verdad pero así tenía que ser.
Me monto en la bici y nada más salir tenemos como 500 metros de subida al 5% apx. Así calentamos pronto las piernas, pienso.
Subo cómodo y enseguida comenzamos el tramo de enlace al circuito de dos vueltas.
Empiezo a notar la fuerza del viento de poniente. Parece ser que me va las pruebas con aire. Lanzarote es un infierno de aire pero Elche no se queda atrás. Resulta que debe ser normal por la zona y eso yo no lo sabía.
Cierto es que a ratos nos molestara y en otros nos beneficiará. Llego al circuito y ya empieza a pegarnos de culo. Ahí empiezo a rodar a 40-45 km/h y me siento muy cómodo.Ya nos lo había avisado Ximo en la reunión, -Luego pegará de frente y no pasareis de 24 km/h- Que razón tenía.
Viento en contra y a luchar contra el. Esta parte se hace larga y mas si no sabes cuanto es lo que tienes que recorrer así o no tienes buenas referencias.
Llegamos a la parte alta y la verdad es que es una pequeña subida muy fácil. Llegó hasta arriba y vuelta con el aire a favor. Otra vez rodando con paso firme y descontar kilómetros.
Una vez terminadas las dos vueltas, tramo de enlace de nuevo y a empezar a pensar en la carrera a pie que dicen que es terrorífica.
Llego a la transición, 3h07 en la bicicleta. bajo muy contento y empiezo a correr muy ligero. Incluso por debajo de 5 minutos el kilómetro. Llego a la primera fase de dunas y me resulta super duro. He comido poco y empiezo a notarlo. Encaro el primer tramo de escaleras y lo subo corriendo. Seguidamente 400 metros al 11% y también lo hago sin caminar. - Que fuerte estoy - pienso.
Primera vuelta al recorrido, contento de mi tiempo y pienso que lograré bajarlo de 6 horas el tiempo final. Entonces el cuerpo empieza a fallar. Las dunas, las escaleras y las rampas empiezan a pasarme factura y empiezo a encontrarme vacio. Los avituallamientos no logran recuperarme y las naranjas y los plátanos no me hacen nada. Tampoco la coca cola que bebo una vez. Me doy cuenta que esto va a ser un sufrimiento duro y largo. Paso las dunas por segunda vez sin pararme pero el ritmo es muy lento. Llego a las escaleras y ya no tengo narices de subirlas corriendo sin parar y las acabo andando. Como yo, casi todo el mundo. Una vez arriba de las escaleras y la cuesta otro avituallamiento que uso para mojarme por que hace bastante calor. El viento a bajado su intensidad y hasta es agradable.
Termino la segunda vuelta y se que me quedan 5 kilómetros. Lo visualizo en la zona donde corro en mi ciudad e intento engañar a mi cabeza de que no es nada. Intento no pensar que me queda un último paso por las dunas que va a ser catastrófico. Empiezo a correr en algunos kilómetros a 6:30, 7 o incluso 8. Mi cabeza empieza a notar que mi cuerpo esta dando lo último que le queda y que ya no va haber nada de donde tirar. Sinceramente no se como pero paso las dunas y ya encaro el último kilómetro.
Por fin llego al paseo marítimo y el destino me tiene guardada una recompensa a todo mi esfuerzo. Para muchos será una tontería pero para mi no. Los últimos 500 metros los hago con la misma música de meta que en Lanzarote. Una coincidencia que hace que esos metros los haga sin arrastrar los pies y a un ritmo aceptable.
Cruzo la meta en 6 h 11 min. La verdad es que es un tiempo bueno para mi. He bajado en 17 minutos el tiempo de Lanzarote siendo más duro este. Si no existiesen las dunas, las escaleras y esa rampa al 11% se que mi tiempo hubiese estado en torno a las 5 h 45 min. Pero Arenales tiene eso. Algo que lo hace especial, aunque creo que no volverán a engañarme.
Estoy agotado, no me entero de nada en un buen rato hasta que me como un bocata de jamón. En mi cabeza esta solo presente el sufrimiento que he pasado y Lanzarote en tres semanas. Sinceramente, estoy algo acojonado. Voy a tomármelo con mucha calma, voy a comer bien esta vez y no hacer tonterías. Aunque no me entre, comeré más.
Lanzarote va a ser muy duro, se que voy a sufrir mucho, quizás demasiado y se que mi cabeza va a tener mucho que decir ahí.
También se que voy a tener un apoyo incondicional y los gritos de Carla, Laura y Mar que me van a animar hasta el último momento y solo por eso tengo que darlo todo y algo más.


Arenales es un muy buen entrenamiento para Lanzarote, te dije que reservaras para la carrera a pie, es muy dura. Tranquilo que para Lanzarote estás preparado, mucha cabeza y no dejarse llevar que el objetivo es terminar. Encantado de salundarte y seguiré tus pasos, un abrazo. Iñigo.
ResponderEliminarQue alegría volver a leerte. La verdad es que me lo tomare con calma, solo busco terminar. arenales fue muy duro y me ha costado recuperar bien bien. Si tienes Twitter o algo dímelo para seguirte. Un abrazo
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