Llegó el mes de abril y empezó la temporada para mí. Un mes "movidito" para llegar en buenas condiciones a Lanzarote. Primer fin de semana de Abril y medio maratón en Madrid. Nunca había corrido en la capital y la verdad es que es algo que me ha ido interesando con el paso del tiempo.
Hace un tiempo conocí por redes sociales a Borja Calderón. Un deportista amateur como yo, con sueños como los mios y con la motivación de superarse día tras día. Siempre con la palabra ánimo en sus tweets y apoyandote en la lucha diaria.
Un día me propuso correr con el en Madrid. Revisando el calendario de pruebas encontré el Medio Maratón de Madrid ( 6 de Abril ) que el iba a correr como entrenamiento para la Maratón del 27 del mismo mes. Me apunté sin pensar más y a patear por Madrid.
Hace mes y medio aproximadamente, me llegó al móvil un mensaje que no me hubiese gustado leerlo nunca.
- Óscar, tengo malas noticias.
Fue leerlo y pensar, ya han suspendido la prueba. ¡ Ojala hubiese sido eso !
Siguiente whatsapp, foto de Borja en una camilla de Hospital con el pecho "agujereado".
- Joder! ¿ Que ha pasado ?. Le conteste rápidamente.
Ahí ya me explico que no podría correr en una temporada. Se le venía abajo toda la ilusión por correr la Maratón de Madrid que era una de las pruebas principales que tenía este año.
En ningún momento pensé en posponer mi participación en Madrid y supe que tenía que ir si o si.
Seguí con toda la planificación del viaje, ave, hotel etc adelante y allí me presente el día de antes de la prueba.
Llegó el 6 de Abril. Mi debut en una carrera en la capital de España. Llegaba con la motivación y el objetivo de hacer 1:30 h. Esto es 4:16 el km. Un objetivo ambicioso pero que veía superable tras haber entrenado fuerte las semanas previas. Se lo expliqué a Borja y me dijo que era realmente complicado por la dureza del recorrido.
En el momento no le hice mucho caso, no imaginaba que fuera tanto como decía.
Llegué a la linea de salida y allí me esperaban Miguel, Lorenzo y Borja.
Presentaciones y mientras esperábamos el comienzo de la prueba un buen rato de charla. Miguel, con 58 años, era su primera Media. Me quito el sombrero ante gente así. Seguramente por su trabajo no tendrá mucho tiempo para prepararlo pero estoy seguro que lo ha sacado sin ponerse ninguna excusa. Y además, ya os lo adelantó, terminó la prueba con la mejor de las sonrisas. Agotado pero contento de haberlo logrado.
Lorenzo, futbolero hasta la medula, debutaba también en una prueba así. Le dió caña a las piernas y termino con 1:44 h, todo un tiempazo para ser su primera vez y encima en un recorrido así.
Y luego voy yo, con la ilusión de hacer la media en 1:30 y con la cabeza centrada en competir para ello.
Y tengo que decir ya, esto no volverá a ocurrir. Nunca más me olvidare de disfrutar para competir por un tiempo.
Siempre he priorizado el disfrute a la competición. Lo primero por que sé que nunca ganaré nada y lo segundo por que todo esto comenzó para mi disfrute y mi superación personal.
Comenzó la prueba y salí bastante rápido. Creo que algo más de lo normal por mis ansias de enganchar al globo de 1:30. Mucha gente en la salida y el ritmo se ralentizaba algo. Eramos solamente 22000 personas, "casi ná".
Los primeros kilómetros iban cayendo bastante rápido pero las piernas empezaban a cargarse más de la cuenta por las continuas subidas y bajadas. Hasta el kilómetro 9 no terminaría de subir y sabía que se iba hacer largo.
Iluso de mí, pensé en que en las bajadas recuperaría lo que perdiese en la subida. Lamentablemente no fue así. Al bajar me dolían más las piernas y estaba más cómodo subiendo que bajando. Llego Plaza Castilla, punto que todos los corredores deseábamos que llegara para tomarnos un respiro y empezar a bajar. En ese momento estaba corriendo con el globo de 1:35 y empecé a pensar que ese era mi ritmo y no el 1:30. Vaya iluso yo, o fantasma, ¡ yo que sé !.
Kilómetro 12,13,14... para ir a 4:30 de medía se me hacían más largos que cuando voy más despacio. Ahí tuve un momento de flojera mental que incrementada con los pinchazos que me daban en el pecho, estuvieron a punto de hacer que dejara la carrera. Por suerte mi voz interior me pegó un grito para que espabilara de una vez y dejará de pensar en tonterías.
Por fin entré en el 17, momento en que estas en los alrededores del Retiro y la gente se amontona y anima sin parar. Menos mal que estaba toda esta gente dando gritos y haciendo una carretera más estrecha como cuando los ciclistas suben las rampas del Tour. Final emocionante y duro a la vez ya que desde el 19 hasta el final es una subida continua que iba dejando a corredores andando a los laterales.
Entrada al parque y la meta ya se divisaba a lo lejos. En ese momento te olvidas de lo mal que lo has pasado y se van todos los dolores que tienes. Entras en meta y piensas, merece la pena luchar por estos momentos pero nuncas más volverás a priorizar la marca al disfrute. Al final 1:37, también es un buen tiempo.
Busqué terminar en un tiempazo y casi me quedo fuera de carrera. No lo haré más. Seguiré con mi objetivo, ser Finisher.
Hace un tiempo conocí por redes sociales a Borja Calderón. Un deportista amateur como yo, con sueños como los mios y con la motivación de superarse día tras día. Siempre con la palabra ánimo en sus tweets y apoyandote en la lucha diaria.
Un día me propuso correr con el en Madrid. Revisando el calendario de pruebas encontré el Medio Maratón de Madrid ( 6 de Abril ) que el iba a correr como entrenamiento para la Maratón del 27 del mismo mes. Me apunté sin pensar más y a patear por Madrid.
Hace mes y medio aproximadamente, me llegó al móvil un mensaje que no me hubiese gustado leerlo nunca.
- Óscar, tengo malas noticias.
Fue leerlo y pensar, ya han suspendido la prueba. ¡ Ojala hubiese sido eso !
Siguiente whatsapp, foto de Borja en una camilla de Hospital con el pecho "agujereado".
- Joder! ¿ Que ha pasado ?. Le conteste rápidamente.
Ahí ya me explico que no podría correr en una temporada. Se le venía abajo toda la ilusión por correr la Maratón de Madrid que era una de las pruebas principales que tenía este año.
En ningún momento pensé en posponer mi participación en Madrid y supe que tenía que ir si o si.
Seguí con toda la planificación del viaje, ave, hotel etc adelante y allí me presente el día de antes de la prueba.
Medio Maratón de Madrid.
Llegó el 6 de Abril. Mi debut en una carrera en la capital de España. Llegaba con la motivación y el objetivo de hacer 1:30 h. Esto es 4:16 el km. Un objetivo ambicioso pero que veía superable tras haber entrenado fuerte las semanas previas. Se lo expliqué a Borja y me dijo que era realmente complicado por la dureza del recorrido.
En el momento no le hice mucho caso, no imaginaba que fuera tanto como decía.
Llegué a la linea de salida y allí me esperaban Miguel, Lorenzo y Borja.
Lorenzo, futbolero hasta la medula, debutaba también en una prueba así. Le dió caña a las piernas y termino con 1:44 h, todo un tiempazo para ser su primera vez y encima en un recorrido así.
Y luego voy yo, con la ilusión de hacer la media en 1:30 y con la cabeza centrada en competir para ello.
Y tengo que decir ya, esto no volverá a ocurrir. Nunca más me olvidare de disfrutar para competir por un tiempo.
Siempre he priorizado el disfrute a la competición. Lo primero por que sé que nunca ganaré nada y lo segundo por que todo esto comenzó para mi disfrute y mi superación personal.
Comenzó la prueba y salí bastante rápido. Creo que algo más de lo normal por mis ansias de enganchar al globo de 1:30. Mucha gente en la salida y el ritmo se ralentizaba algo. Eramos solamente 22000 personas, "casi ná".
Los primeros kilómetros iban cayendo bastante rápido pero las piernas empezaban a cargarse más de la cuenta por las continuas subidas y bajadas. Hasta el kilómetro 9 no terminaría de subir y sabía que se iba hacer largo.
Iluso de mí, pensé en que en las bajadas recuperaría lo que perdiese en la subida. Lamentablemente no fue así. Al bajar me dolían más las piernas y estaba más cómodo subiendo que bajando. Llego Plaza Castilla, punto que todos los corredores deseábamos que llegara para tomarnos un respiro y empezar a bajar. En ese momento estaba corriendo con el globo de 1:35 y empecé a pensar que ese era mi ritmo y no el 1:30. Vaya iluso yo, o fantasma, ¡ yo que sé !.
Kilómetro 12,13,14... para ir a 4:30 de medía se me hacían más largos que cuando voy más despacio. Ahí tuve un momento de flojera mental que incrementada con los pinchazos que me daban en el pecho, estuvieron a punto de hacer que dejara la carrera. Por suerte mi voz interior me pegó un grito para que espabilara de una vez y dejará de pensar en tonterías.
Por fin entré en el 17, momento en que estas en los alrededores del Retiro y la gente se amontona y anima sin parar. Menos mal que estaba toda esta gente dando gritos y haciendo una carretera más estrecha como cuando los ciclistas suben las rampas del Tour. Final emocionante y duro a la vez ya que desde el 19 hasta el final es una subida continua que iba dejando a corredores andando a los laterales.
Entrada al parque y la meta ya se divisaba a lo lejos. En ese momento te olvidas de lo mal que lo has pasado y se van todos los dolores que tienes. Entras en meta y piensas, merece la pena luchar por estos momentos pero nuncas más volverás a priorizar la marca al disfrute. Al final 1:37, también es un buen tiempo.
Busqué terminar en un tiempazo y casi me quedo fuera de carrera. No lo haré más. Seguiré con mi objetivo, ser Finisher.

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