- Joder, ya es miércoles, en una semana ya estaremos en Lanzarote -. Con este pensamiento me levanto hoy. Toca sacar las maletas del trastero y empezar con ellas. Esto es algo que no me gusta mucho, pero si más que deshacerlas. Menos mal que mi novia es muy aplicada en esto y me ayuda mucho. Hora de empezar a despedirse de los amigos, recibir deseos de suerte y muchos ánimos de que está vez será la buena. Y no lo dudo, moralmente me encuentro pletórico, veo que he entrenado muy bien, fuera de mi zona de comfort en bastantes ocasiones y ahí es donde realmente veo que mejoro. Solo le tengo miedo a la natación, más bien a la posibilidad de un mareo que es lo que me dejo KO en Mayo. Está vez llevo la santa biodramina, que probare a finales de esta semana y veré como la asimila mi cuerpo.
Si todo va bien, mejoraré en el agua. Los entrenamientos con Carla tienen que dar su resultado. Al menos, lo merezco. Intentaré bajar de los 35 minutos, a una media de 1,51 cada 100 metros. Esto no quiere decir que ya no tengo como objetivo el terminar sino que con el entrenamiento que he llevado, esto sería una recompensa.
Sobre todo, no olvidar nada de la maleta; neopreno, dos pares de gafas (espejo y transparentes ), gorro, vaselina, biodramina, aceite para meter el neopreno, chancletas.
La maleta de la bicicleta también contiene unas cuantas cosas; casco, zapatillas de bicicleta, calcetines, maillot de triatlón (dos piezas), gafas, suplementación (geles, barritas, isotónicos, chuches, frutos secos) y como no, la bicicleta.
Y la de correr es más sencilla, simplemente añadir las zapatillas de correr porque seguiré con el maillot de la bici.
Ese es todo el equipaje que llevaré a Lanzarote. Mejor viajar unos días antes de la prueba, hay que descansar tras el estres. Esta vez llevaremos menos que en Mayo, hemos aprendido la lección y nos faltaban manos por todas partes.
Muy importante observar la previsión meteorológica. Parece que hará bueno y menos aire que en el Ironman de mayo, no obstante, quedan diez días y el tiempo cambia muy fácilmente.
Espero que realmente no corra tanto viento porque en el sector de bici se hace todo el doble de duro. Sobre el papel, el recorrido es más sencillo que en el Ironman completo y una vez superados los dos puertos, que esta vez son más duros, el resto es bajada y podré aumentar la velocidad media. Además, el aire suele pegar hacía el sur y en la bajada nos ayudará. Todo esto sobre el papel digo, ya veremos sobre el terreno.
Esta vez si que cogeré la bici por Lanzarote antes de la prueba y me probaré un poquito. Soltar piernas y sobre todo nervios.
En el sector de carrera a pie entrará en juego la cabeza. Son 21 kilómetros repartidos en 3 vueltas de 7. Iremos y vendremos cada 3,5 km. Esta semana entrené esto y me resultó bastante sencillo para mi cabeza. Otra cosa es llegar a esto tras 1,9 de natación más 90 de bicicleta.
Así que, ahora si que si, no queda nada. El trabajo esta hecho, solo queda disfrutar.
Gooooooo!!!!!
Si todo va bien, mejoraré en el agua. Los entrenamientos con Carla tienen que dar su resultado. Al menos, lo merezco. Intentaré bajar de los 35 minutos, a una media de 1,51 cada 100 metros. Esto no quiere decir que ya no tengo como objetivo el terminar sino que con el entrenamiento que he llevado, esto sería una recompensa.
Sobre todo, no olvidar nada de la maleta; neopreno, dos pares de gafas (espejo y transparentes ), gorro, vaselina, biodramina, aceite para meter el neopreno, chancletas.
La maleta de la bicicleta también contiene unas cuantas cosas; casco, zapatillas de bicicleta, calcetines, maillot de triatlón (dos piezas), gafas, suplementación (geles, barritas, isotónicos, chuches, frutos secos) y como no, la bicicleta.
Y la de correr es más sencilla, simplemente añadir las zapatillas de correr porque seguiré con el maillot de la bici.
Ese es todo el equipaje que llevaré a Lanzarote. Mejor viajar unos días antes de la prueba, hay que descansar tras el estres. Esta vez llevaremos menos que en Mayo, hemos aprendido la lección y nos faltaban manos por todas partes.
Muy importante observar la previsión meteorológica. Parece que hará bueno y menos aire que en el Ironman de mayo, no obstante, quedan diez días y el tiempo cambia muy fácilmente.
Espero que realmente no corra tanto viento porque en el sector de bici se hace todo el doble de duro. Sobre el papel, el recorrido es más sencillo que en el Ironman completo y una vez superados los dos puertos, que esta vez son más duros, el resto es bajada y podré aumentar la velocidad media. Además, el aire suele pegar hacía el sur y en la bajada nos ayudará. Todo esto sobre el papel digo, ya veremos sobre el terreno.
Esta vez si que cogeré la bici por Lanzarote antes de la prueba y me probaré un poquito. Soltar piernas y sobre todo nervios.
En el sector de carrera a pie entrará en juego la cabeza. Son 21 kilómetros repartidos en 3 vueltas de 7. Iremos y vendremos cada 3,5 km. Esta semana entrené esto y me resultó bastante sencillo para mi cabeza. Otra cosa es llegar a esto tras 1,9 de natación más 90 de bicicleta.
Así que, ahora si que si, no queda nada. El trabajo esta hecho, solo queda disfrutar.
Gooooooo!!!!!


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